En nuestra Clínica seguimos avanzando en el compromiso con el planeta y la salud ambiental. Gracias a nuestra estrategia de economía circular, hoy transformamos los residuos no aprovechables y peligrosos (biosanitarios) en energía limpia, reemplazando el uso de carbón mineral en hornos cementeros.
Esta acción no solo reduce nuestra huella de carbono, sino que también contribuye activamente a un modelo de gestión responsable y sostenible. Desde 2023 a la fecha, hemos evitado la emisión de 280 toneladas de CO₂ a la atmósfera, reafirmando nuestro compromiso con la mitigación del cambio climático.
Cada año generamos cerca de 400.000 kilos de residuos, anteriormente, cerca del 60% tenía como destino el relleno sanitario (tras un tratamiento previo en el caso de los residuos peligrosos). Hoy, en cambio, el 100% de los residuos no aprovechables y biosanitarios son enviados a procesos de transformación energética, convirtiéndose en una fuente alternativa de energía.
Gracias a esta y otras iniciativas de economía circular, actualmente el 87% de los residuos generados en la Clínica se integran nuevamente a la cadena productiva mediante el aprovechamiento de materiales reciclables, orgánicos, chatarra electrónica, textiles y la transformación energética de residuos.
Este importante logro ha sido posible gracias al compromiso de nuestro talento humano y al apoyo de aliados estratégicos que hacen realidad la transformación de residuos en energía, impulsando un presente más responsable y un futuro sostenible.